sábado, 5 de junio de 2004

La rebelión de los pubertos furiosos: Breve historia del Ska en México


Víctor García zapata
Milenio Diario, Junio, 2004


I

Domingo 4 de marzo de 2001. Decenas de miles de jóvenes se desplazan desde todos los puntos de la capital, hacia la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca. Las autoridades del Gobierno de Distritito Federal se ven obligados a dar la orden de cerrar las estaciones de metro más cercanas al destino final de estos mozalbetes, con tal de no permitir que a su llegada formen una horda poco más que incontrolable.

Era un día especial, digno de salir temprano de casa y cruzar la ciudad, luciendo las mejores prendas del armario: bermudas abombadas, tirantes como de tintan, calcetas estiradas hasta poco debajo de las rodillas, coloridos tenisotes (trad: zapatos tenisdte de gran tamaño) y, por supuesto, extraños y multiformes peinados cuya elaboración seguro llevó buena parte de la mañana. La razón de tanto festín: El concierto “Vibra Votan” que musicos y activitas estudiantiles organizaron ese día para apoyar política y económicamente la caravana zapatista,mejor conocida como “la marcha del color de la tierra” con todo y el sup cara de calcetín con pipa como frontmant.

Las expectativas de los organizadores fueron por muchos superadas: entraron al concierto al rededor de 60,000 chavales, otros tantos se quedaron afuera, y muchos ni siquiera pudieron llegar debido a las medidas de seguridad del Gobierno del Distrito Federal. Y es que nunca antes, y la verdad sea dicha, tampoco después, se habían conjuntado tan claramente los elementos que para ese entonces marcaban ya la identidad de una buena cantidad de jóvenes urbanos: la protesta contra el sistema, la necesidad de expresarse mediante el baile y la fiesta en libertad y en compañía de los otros – iguales, y la solidaridad con el EZLN aderezada en esta ocasión no solo por la euforia nacional de su próxima llegada a la Ciudad, sino también, por la necesidad de dar respuesta al monumento a la hipocresía que justo una noche antes – 3 de marzo de 2001- montaron Televisa y TV Azteca, con el concierto “Unidos por la Paz” de Jaguares y Mana, en el estadio Azteca, para sumarse a la estrategia mediática de hacer de la caravana zapatista no un asunto político sino uno de moda y fashion de playera coyoacanense.

Puede afirmarse pues, que aquel fue el momento cumbre del Ska en nuestro país, quizás al menos él más visible de una contracultura urbana que llevaba ya varios años gestándose entre sectores de la juventud no muy cercanos a los estándares del ITAM y que después de aquel concierto mas que decaer, sobrevive los domingos en la periferia y otros antros, producto de su instalación permanente en la identidad de la juventud defeña, se consolida como circuito cultural y nos advierte que durante muchos años, de aquí en adelante, habremos de convivir con el en la cotidianidad alternativa de nuestra gran urbe.


II

Como genero musical, los primeros registros del Ska en nuestro país son propiedad ni más ni menos que de Toño Quirazco y orquesta la Hawaiiana que en 1965 comenzó a difundir este ritmo traído directamente de la isla de Jamaica: caribeño, negro, cadencioso pero no tropical, y con cierto aire de sicodélia con el que se bailaba en los salones obscuros de luz multicolor dignos de películas de Ismael Rodríguez.

Después de entonces, han sido muchos los cantantes en México que han retomado los acordes del Ska, Angélica Maria, por ejemplo, no dilató en entonar sus melosas melodías de amor acompañadas del ritmito pegajoso al que nos estamos refiriendo. Sin embargo, no puede decirse que retomaran el Ska en el completo sentido que lo trae a nuestros días y que explica él porque de su impacto en millones de jóvenes citadinos.

El carácter combativo del Ska que tanto se ha difundido últimamente en nuestro país fue influenciado, por la fusión del Ska tradicional como ritmo negro que los migrantes y esclavos africanos llevaron primero a Inglaterra y luego al Caribe, con el punk londinense, y cuyo momento clave de reunión fueron las protestas antirracistas de principios de los 70s en la capital del Reino Unido. En ellas, los negros y los blancos rebeldes se unieron no solo para salir a destrozar las calles de Londres y enfrentarse con la policía, si no también para crear el movimiento de los “dos tonos” (Two tone movement) que representado gráficamente en la secuencia de cuadros blancos y negros, y en la imagen del gangster con traje negro y camisa blanca, lentes oscuros y sombrero, como forma de transgredir el orden, dio lugar a la mezcla de los mencionados ritmos, sumando al Ska tradicional guitarras crudas y melodiosas que lo hacían, sin lugar dudas, más accesible para él publico que no ha crecido al borde de la playa. Los primeros resultados de este engendro fueron difundidos al mundo por grupos seminales en la historia del rock como The Clash y los Specials.

La relevancia mundial de estos sucesos, y la inusitada fama que para esos entonces ya alcanzaba el jamaicano Bob Marley, fueron dos factores importantes para que esta nueva modalidad de Ska, se expandiera a muy distintas latitudes. Mano Negra en Europa, y Fabulosos Cadillacs en Argentina, son los grupos que cierran la pinza que trae el Ska a nuestro país.


III

La entrada del Ska en México se atribuye, en esta nueva etapa, a grupos como El Personal de Guadalajara, Tijuana No, y Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio. Celebre resulta el LP “El Circo” de la Maldita que difunde la posibilidad de hacer rock con trompetas, mezclado con hip hop, y reggae, en abierto homenaje a Tin Tan, e introduce el Cha cha cha, proponiendo de alguna manera rumbo propio al Ska en tierras aztecas.

A partir de estos momentos, el Ska se va construyendo en nuestra latitud a base de varias experiencias que rayan en lo cotidiano pero no por ello pueden ser soslayadas para efectos de reconstrucción de la historia.

Básico, por ejemplo, es el papel que en la apertura de espacios y generación de identidad juvenil, han jugado los conciertos masivos cuya máxima expresión ha sido, en efecto, él “Vibra votan” del 2001, pero que se realizan desde 1995 por músicos y estudiantes, tanto por solidaridad con el EZLN como para protestar contra la prohibición impuesta por el entonces regente Oscar Espinosa Villareal y por lo que, en un inicio, se organizaban solo en espacios universitarios.

Igual de importante en el desarrollo del Ska, es la historia de Miguel “Tajobase” que de alegre voceador en una esquina cercana a Tlatelolco pasó a ser uno de los principales divulgadores del genero sosteniendo su ya celebre puesto de música, playeras en el Tianguis del Chopo y produciendo conciertos con bandas foráneos que de no ser por él, quizás no habrían llegado a los oídos de muchos.

Y bueno, si el CBGB´s fue el antro que catapulto al punk en Nueva York, allá cuando nacían los 70’s, pues nadie puede negar que el Multiforo Alicia, en la Colonia Doctores de la capital, fue el tugurio que, a partir de 1995, hizo lo propio con el Ska, dándole un espacio donde pudiera garantizar su constancia y permanencia: y entonces: ¿La revuelta Propia (el grupo que el mismo Tajobase formó alguna vez) seria como Los New York Dolls, el Panteón Rococo como los Ramones y el Salon Victoria como los Talking Heads?

IV

Cuentan los cantantes de lo grupos de Ska que desde el escenario se ve como si fuera una pista de baile de dos pisos. La planta baja con todos los chicos y chicas bailarines y el piso de arriba conformado por los monos de peluche que cada uno de ellos carga a cada concierto al que va. Como si se tratara de recuperar la infancia perdida en una sociedad tan cruda como esta, como si los conciertos fueran el espacio para sacar al niño que todos llevamos dentro. Pero la paradoja es que en el caso de los seguidores del Ska no puede decirse que el niño este solo por dentro pues los fanáticos skatos rondan con frecuencia los 15 y menos años de edad. Por ello es que cada tocada es siempre un espectáculo de infantes divirtiéndose como enanos volando, incendiando, cargando los famosos baños Sanirent por los aires con todo y alguien adentro, siempre eso sí, con risas y sonrisas que parecen burlarse de cualquier regla y convención. Cuando para uno es zona de guerra para ellos solo es sana diversión, cuando para uno están a punto de electrocutarse, ellos solo están bailando sobre un cable de electricidad... dicese por lo mismo que han desarrollado una capacidad de sobre vivencia igual a la de una cucaracha.

El Ska como genero y movimiento acumula una considerable base social representada en su mayoría en jóvenes de la periferia que ahí han encontrado su identidad y su forma de expresar su rechazo a la academia y demás inventos de Luis de Llano. Y, a su vez, ellos van dándoles forma e identidad al Ska en nuestro país, se aprovechan que es, de por sí, un genero que surge del mestizaje, y lo mezclan con salsa, cumbia y ballenato, con pop y con más punk, recuperan la imagen de los pachuchos que bailaban cha cha cha y de paso así le hacen justicia al olvidado Quirazco.

Por supuesto que como en cualquier movimiento, hay disputas por lo correcto o por el copyright del ritmo: que si mexska, que si ska – fusión, que si ska punk, que si Ska tradicional, que si Inspector traicionó y se vendió a Televisa, que si uno que si otro...en fin, lo cierto es que el Ska como fenómeno cultural y social, como forma de expresión política, y como canal para la formación de la identidad se mantiene firme en los oscuros pasillos subterráneos de nuestra Ciudad.