lunes, 6 de septiembre de 2010

Mark Olson resucitó al tercer lustro


Víctor García Zapata

El Angel Exterminador. Milenio Diario 06/09/2010.

Además de la edición de su segundo álbum como solista “Many colored Kite”, que por si solo vale la fiesta, es de celebrarse que quien fuera padre del country alternativo confirme su vuelta tras andar viajando como mochilero por Europa y vivir en el ático prestado de la casa de un recién conocido.

A principios de los 80 su vida era de ensueño: Sus “Jayhawks” fueron el primer grupo country en firmar con un sello comercial dedicado al rock alternativo. Abrieron, junto con los Uncle Tupelo de Chicago, una brecha que dio escaparate “indie” a la música rural. Escalaron del impacto domestico en su natal Minneapolis al impacto nacional que los llevó al David Letterman Show. Cuentan que llenaron auditorios y cenaron con reyes nórdicos, construyeron culto alrededor suyo y nadie discutió a Olson como uno de los compositores relevantes de la música contemporánea. No poco le deben a el y compañía los Avett Brothers, los Band of Horses o los Cardinal de nuestros días.

Pero, rustico como siempre quiso ser, renunció al grupo justo cuando el triunfo comenzaba a definir un estilo de vida. Enamorado su refugió con su esposa, Victoria Williams, cantante de estirpe fundamental, en el desierto de California. Pasó Mark a beber agua del poso que perforó y a comer lo que tuvo a bien cosechar. Juntos superaron la esclerosis múltiple que la aquejó en 1993, grabaron 7 discos con su grupo llamado “The Original Harmony Ridge Creek Dippers” y se volvieron referencia del country más experimental a costa de un sonido tan minimalista y reflexivo. El matrimonio sucumbió en 2006 y buen Mark quedose en el ostracismo sentimental y comercial: sin mujer, sin dinero, sin casa y sin grupo. Todo un homeless.

Como para reafirmar que su vida es una oda a los andares errantes, cual canción de country, se fue a perder de tren en tren por el viejo continente, “realmente –dijo- no estuve viajando, mas bien intenté reajustar mi vida” . Conoció durante el periplo a un escritor galés que le prestó su ático como refugio creativo.

Cuando se dio cuenta tenia en las manos la que a la postre es considerada su obra maestra: “The salvation blues” (2007). Olson justifico la presentación tipo libro no solo por su eterna pinta de profesor universitario si no por que el disco musicaliza los poemas que le ayudaron a procesar su desahucio amoroso: “Me quede sin casa, soy un vagabundo”, dice en My book one philosophy. En Sandy Danny, interpreta su ruptura: “No estábamos preparados para la vida, las cosas que no disgustan de otros, las encontramos en nosotros mismos”; Abre una puerta: “Hay muchos buenos y dulces momentos en este mundo, sabemos que llegaran a un final y que lastimaran nuestros corazones, pero el blues de la salvación nos puede ayudar” dice en la que lleva el nombre del disco. La pieza mas esplendorosa del álbum resulta un manifiesto de vuelta al camino: “Algunos vienen aquí a morir, nosotros venimos a vivir porque hay esperanza en nuestros corazones, hay futuro en nuestras almas” cantan en Clifton Bridge, ambientada en el majestuoso puente de Bristol.

Superado él cuesta arriba Mark Olson se ha comido el mundo. Grabó un disco con Gary Louris (Ready for the flood, 2009) y juntos reaparecieron como “The Jayhawks” en algunos conciertos en Europa. Por ello “Many Colored Kite” fluye como el animo del resurrecto al que nada le impedirá la conquista de viejos y nuevos territorios. Para este álbum no tuvo necesidad de escapar, así que este visualiza más bien un viaje por las carreteras del Estados Unidos profundo. Remite a Dylan, Emerson Lake and Palmer, Neil Youg y Hank Williams. Desde el principio suena mucho más brilloso y optimista: no es de los que necesiten sufrir para componer dignamente.

No se trata de un regreso que irrumpa en las tablas de popularidad. Nada lo sacará de sus austeras giras por bares y cafés, pero lo significativo es que en ese interminable circuito de tertulias, Mark Olson seguirá confesando sueños y aspiraciones, caídas y promesas rotas, esperanzas y redenciones: De eso se trata el country de su vida.










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